Hasta bien entrado el siglo XX, los implantes dentales se realizaban de maneras que ahora mismo harían que nos lleváramos las manos a la cabeza. Por poner un ejemplo, hasta 1932, las fracturas óseas se rellenaban con acero inoxidable y contenido férrico, que terminaban corroyéndose. En esa época apareció en Vitallium, que, aun siendo una aleación, no tenía hierro y, por tanto, no era corrosiva. Poco a poco fue cambiando del Vitallium al titanio, y del titanio a dispositivos trans-óseos. En 1965, Per-Ingvar Branemark, un cirujano sueco, vio que la unión entre el titanio y el hueso era fuerte e imposible de romper. Estos implantes comenzaron teniendo tornillos pequeños enroscados al hueso, para después pasar a implantes no roscados (o sea, como clavos) antes de volver de nuevo, y de forma definitiva, a la rosca. Ahora puedes hacerte implantes dentales en Chamberí o donde tú quieras.
¿Pero son todos iguales?
Puede que pienses que, vista la historia, todos los implantes dentales serán de titanio. Y así es, aunque dentro del propio titanio existen diferentes grados: el grado 1 supone el titanio puro, con resistencia a la corrosión, y el grado 4 son aleaciones del material. Hay que recordar que los implantes dentales, gracias a todo lo que sabemos hoy en día sobre ellos, son capaces de reducir el deterioro óseo, preservar el hueso o reducir la carga sobre las estructuras dentales, sin olvidamos de los avances en estética, comodidad y duración (pueden durar más de veinte años).
Aparte del material, existen dos tipos básicos de implante dental: el implante cónico y el cilíndrico. El implante cónico, según algunos estudios, disminuye el estrés en el hueso cortical y trabecular y entre el hueso y el implante. Por otra parte, otros estudios sugieren lo contrario y prefieren los cilíndricos. A la hora de la verdad, lo mejor es que sea el propio odontólogo el que vea la situación y escoja lo mejor para el paciente.
¿Hay algún cuidado especial?
Sea cual sea el tipo de implante que finalmente utilices, hay diversos cuidados que todos tienen en común. Por ejemplo, el control del sangrado y la inflamación en la zona (algo completamente normal en las primeras etapas de la recuperación). Además, el doctor dará diferentes indicaciones, explicando cómo debe ser el cepillado (principalmente lento y cuidadoso, pero sin dejar de hacerlo nunca), la reducción del ejercicio físico durante al menos dos días o el ayuno (evitando la ingesta de comida y bebida).
Con todo, el resultado final de los implantes dentales depende, y mucho, del clínico que los coloca y el experto que pone la prótesis. Hay que recordar que es él y solo él el que decide si la encía que rodeará al implante es fiable y podrá aguantarlo sin problemas. En nuestra clínica realizamos asistencia dental Generali en Madrid, además de otros seguros dentales.
En Baquero Dental sabemos muy bien todo sobre la implantología, utilizamos implantes Straumann (que llevan tres décadas en el negocio) y que tiene tanto una enorme calidad como un porcentaje de fallo prácticamente nulo. Contacta con nosotros y solucionaremos cualquier duda que puedas tener al respecto. Ven a visitarnos y valoraremos tu caso gratis y sin compromiso. ¡Ah! Y en nuestra clínica dental Generali y la mayoría de seguros dentales están permitidos.